Hay veces que sientes que de un momento a otro, te vas a caer al suelo y jamás podrás levantar, que la angustia te invade y ya no tienes ganas de nada, en ese justo momento, es cuando aparece él. Aparece y te regala su sonrisa sin nada a cambio, te extiende a mano y te ayuda a levantarte.
Felicidades, gordo, felicidades por existir,
porque sin ti, nada hubiera sido igual.

14.

Y hoy, un añico más.
Estos 14 años no han sido algo de lo que esté orgullosa, pero, me alegro de que mi vida haya sido así y no de otra manera, ya que, entonces, yo no sería yo.
La vida hasta ahora me ha enseñado muchísimas cosas. Me ha enseñado que los amigos no son para siempre, que van, y vienen. Y no, no siempre los mejores son los que se quedan, ni los verdaderos. Que llorar por una persona que ha muerto no hará que vuelva a la vida, ni mucho menos. Que llorar no merece la pena, pero esperar sí. Que no todo es malo, siempre hay un rayo de luz. Que las personas hacen daño, y tú acabas haciéndolo también. Que el que la sigue la consigue, y la suerte no existe. Que los celos son algo muy malo, te destrozan por dentro. Que observar y callar no está bien, pero es lo que sigo haciendo.Que hablar las cosas puede ser mejor, o peor. Que la distancia duele, pero que los kilómetros no separan corazones. Que la amistad a través de una pantalla existe. Y que una amistad perdida tras 2 años puede volver a funcionar. Que el amor es ciego, y el final es triste.
He aprendido muchas cosas, y el mundo no ha estado de mi parte en casi ningún momento.
He amado y no he sido amada. Me han amado y no he amado. He amado y me han amado. Y también me han roto el corazón, algo así como tres veces.
He llorado, he reído, he bailado, he cantado, he sido feliz, y he estado deprimida.
Pero;
Gracias a las personas que me han apoyado este año, que ha sido el peor por problemas familiares.
Gracias a las personas que me han dedicado sus mejores sonrisas sin pedir nada a cambio.
Gracias a las personas que me han abrazado cuando más lo he necesitado. Gracias.
También gracias a las personas que han hablado mal de mí a mi espalda, a las que me han criticado antes de mirarse sus defectos, a los que me han insultado llamándome enana, a los que me han hundido más en la mierda, a los que me han decepcionado, a los que han dejado de ser mis amigos. Sí, gracias. Me habéis enseñado que debo ser más fuerte para que no me afecten las gilipolleces que decís.
Gracias a mi tía Ana, porque ha estado a mi lado siempre que lo he necesitado, aunque ella estuviera fatal también.
Gracias a mi abuela Iris, porque ha sido un gran apoyo.
Gracias a mi primo Iván por hacerme reírme por cualquier tontería.
Gracias a Kirian, porque me ha abrazado siempre que me ha visto un poco mal, aunque no fuera consciente de nada.
Gracias a mi padre, porque me ha enseñado lo que de verdad es echar de menos a una persona. Me ha enseñado que merece la pena esperar y no darse por vencida. Me ha enseñado lo importante que es para mí, y que, volver a abrazarlo dentro de pocos días, va a ser el mejor regalo de cumpleaños que podían hacerme. Te quiero, papá.
Gracias a Miguel, por confiar en mí, y por hacer que lo haga yo también. Te quiero.
Gracias a Sergio, porque, aunque no lo parezca, está dispuesto a ayudarme siempre. Te quiero más..
Gracias a Naiara, por hacerme sonreír cuando lo necesito. Te quiero, fea.
Gracias a Álvaro, porque en poco tiempo ha hecho que sea como un amigo desde siempre, no sé, pero, te quiero mucho, sebra, mucho.
Gracias a Yoan, por animarme siempre que he estado mal y por demostrarme que todo no es siempre como yo pienso. Te quiero muchico.
Gracias a Juanki, porque sé que está ahí siempre que lo necesito, aunque no me ayude para nada.
Gracias a Manu, porque me ha apoyado siempre.
Gracias a Mari Carmen, porque ha sido el mejor apoyo hasta ahora. Que me ha animado siempre, se ha enfadado conmigo cuando he llorado, me ha enseñado a superar cosas, me ha aconsejado, ha sufrido a mi lado, hemos llorado juntas. Mi pequeña mejor amiga. Sí, pequeña, pero la más grande a la vez. Que te voy a echar muchísimo de menos, cariño, que no quiero que te vayas. Lo voy a pasar fatal sin ti, eres la mejor. Y te quiero, no lo olvides nunca.
Y por último y más importante, gracias a Carlos. Porque ha sido el único que ha estado ahí cuando lo he necesitado, porque me ha hecho ver la realidad cuando me hacía falta para darme cuenta de las cosas y me ha dado esa dosis de irrealidad que mucas veces necesito. Gracias porque me ha abrazado fuerte, y me ha hecho olvidarme de algunos problemas cuando estoy a su lado. Porque he tenido su hombro ahí cuando he llorado, porque es lo más bonito que tengo, lo más importante. Y porque me hace feliz, me hace muy feliz. Que sin él yo no soy. Quiero un futuro a su lado, una vida entera. Te amo gordo, te amo muchísimo, por encima de cualquier cosa.
Ahora soy más madura, igual de sensible pero más fuerte a la vez, no sé explicarlo, pero es así.
Perdón a las personas que han tenido que aguantar mis venazos bipolares, y perdón a las que he hecho daño.
Gracias por aguantarme, y gracias por buenos momentos como estos:

Sois lo más grande que tengo, y sin vosotros nada hubiera sido igual. Os quiero. Te amo, Carlos.
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