Yo no quiero enamorarme perdidamente y ser correspondida porque sí, ni recibir un regalo por cada mes a tu lado, ni ser los novios perfectos, ni que me des siempre la razón para no discutir, ni hacer siempre lo que yo quiera, ni que te gastes dinero en mí, ni ir siempre cogidos de la mano, ni que me lleves a lugares preciosos, ni que me digas que me amas y todas esas chorradas, ni que me digas que vamos a estar siempre juntos, ni quiero estar todo el día con tu brazo por encima de mis hombros, y tampoco quiero que me llames todas esas cursiladas.
Yo, lo que sí quiero, es estar segura de que eres tú, luchar por lo que quiero y con esfuerzo conseguirlo, quiero que me lleves la contraria, que no me des la razón y opines, quiero que nos piquemos y luego reconciliarnos como tú y yo sabemos, quiero que en vez de regalos me hagas sentir que estás ahí, que estarás ahí siempre, quiero que me digas que me quieres, que me quieres ahora, en este mismo instante, y que no te importa lo que pase en un futuro, y que me digas "te quiero" y nada más, quiero que me tires al suelo y que seas tú quien me levante, quiero que me demuestres que estoy por encima de todo, nada de palabras, eso no sirve si no se demuestran, y quiero que tú lo estés haciendo todos los días.
Y sí, soy exigente, una niña mimada, caprichosa, egocéntrica, y una enana que pone caras de asco, pero pese a todos y cada uno de mis defectos, que no son pocos, te aseguro que nada ni nadie hará que te deje de querer, y, por supuesto, que nadie va a quererte ni la mitad de lo que te quiero yo, te lo juro.
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