When I die, then I die loving you.

Porque quiero llegar a vieja y poder decirte: "Do you remember when...?", y así revivir cada segundo a tu lado, cada momento de una vida feliz a tu lado. Una vida da para miles de momentos únicos, da para ver muchos sueños cumplidos y otros que tal vez se queden atrás, pero lo importante en todos esos momentos, en cada uno de esos sueños, es poder compartirlo con alguien, con alguien a quien ames de verdad.
Nada será lo mismo cuando estemos al final, muchas cosas habrán pasado, muchas cosas habrán cambiado, tal vez ni siquiera seamos los mismos.
 Porque si hay algo que tenga la vida es que te hace crecer quieras o no, cada segundo que muere es único, y eso me ha hecho apreciarlos con toda su intensidad. Nunca volverás a vivir el mismo instante, nunca repetirás un mismo beso...
Quiero pasar cada día de mi vida con un objetivo: hacer que sonrías. Verte feliz, hacerte feliz  y amarte con todo mi ser hasta el final. Eso es lo más grande, el amor.
Es inexplicable lo que me haces sentir, te amo, y diciendo esto me quedo corta. Todo lo que tú eres para mí es demasiado para que quepa en tan sólo esas dos palabras, "te amo" no, desde luego no es suficiente.
 Y sé que tú sientes lo mismo, y eso es lo más mágico, que a tu lado nada me parece imposible. Contigo me he dado cuenta de que siempre hay que tener esperanza, que tarde o temprano todo llega.. que casi 14 años de espera no son tantos si a partir de ahora podemos hacer que esto sea lo más maravilloso de nuestras vidas, juntos. Haciendo camino como nos de la gana, viviendo, aprendiendo juntos, crecer amándonos, haciendo un camino que sea... nuestro, sólo nuestro.
Y cuando llegue el final, preguntar una  vez más: "Do you remember when...?", y recordar contigo los retazos de nuestras vidas, recordar los momentos, recordar las historias... Y poder hacer lo que dice la canción: "When I die, then I die loving you...".

Carlos, quiero que sepas que voy a estar aquí siempre, ¿vale? Para siempre, gordo. Eres mi vida entera, te amo lo inimaginable.
Y siempre lo haré. Te lo prometo.

~

Eres como el hermano mayor que nunca tuve, porque te desvives por hacerme sentir feliz, porque siempre me cuidas.

Eres como el mejor amigo que nunca tendré, porque jamás he estado triste desde que estoy a tu lado.

Eres mi novio y el amor de mi vida, porque no teniendo nada he recibido todo de ti, sólo con que me digas "te quiero", ya puedo deberte la vida.

No me lo expliques. No hay respuesta. Ni siquiera pregunta.

Tan sólo eres tú mi solución, lo que quiero tener hasta el último de mis días, y lo que conservaré como el mayor tesoro de todos.

No me malinterpretes, pero, ¿y si yo no te amara?

Sólo esa pregunta tiene una lógica respuesta:

Y es que, si yo no te amara, si no fuera por mí, nadie en este mundo daría su vida por ti de la forma en que lo haría yo, nadie dejaría de lado su mundo por haber encontrado un universo mejor llamado "tú".

Porque nadie en esta vida te amaría, ni te amará, ni te ama como lo hago yo.

I believe in you.

Quiero pisar el acelerados de este vehículo llamado vida, quiero ser el accidente que te pare.
Quiero ser la chica de la curva en tu viaje de la vida, para morirnos de amor cada vez que decides recorrer la carretera de mi cuerpo. No quiero viajar en tu maleta,quiero ser tu equipaje de mano, que me lleves siempre.
Quiero comprobar que todos los caminos llevan a Roma, quiero dar la vuelta al mundo, no en ochenta días, sin prisa, queda el resto de una vida contigo por delante.
Quiero ver a turistas en las mismas circunstancias, ver el amor en otros rostros, que se funde en palabras de otro idioma.
Quiero ver ondear la bandera del amor, aquella que no entiende de nacionalidades ni de conflictos políticos sin resolver.
Tú y yo tenemos un trayecto muy largo, sin billete de ida ni de vuelta.
Cuando no se sabe que va a empezar algo, se tiene la certeza de que nunca va a terminar.

Bebesico.

Eres mi instantáneo porque te llevo en mi mente grabado como una fotografía recién impresa en papel.
Estás marcado con sangre en forma de arterias y venas en mi corazón, latiendo fuertemente en cada rincón y haciendo que yo viva un segundo más gracias a ti. Tu cabello oscuro adorna mis noches frías y las calientes cuando te tengo delante de mí. Tu olor es como el de los tulipanes, pero tu hermosura supera a todas las flores juntas. A ti, mi gordo, eres por el cual mataría a todos y cada uno de los molinos de viento que vengan a interrumpir tus sueños.
Por ti daría hasta mi vida entera.

Gracias por hacerme sonreír con cosas como estas.

Te amo por encima de todo.

Cuando una mirada cruza los límites establecidos, cuando te das cuenta de que siguen revoloteando las mariposas en tu estómago cuando aparece, con esa sonrisa perfecta, son esa mirada indescifrable, cuando reconoces esa risa que llevas viendo desde que tienes uso de razón, esa forma de andar que serías capaz de descubrir en la oscuridad total. Ahí es cuando conoces cada uno de sus defectos y cada una de sus virtudes, y que absolutamente, te encanta.

Y hasta respirar duele cuando no estoy contigo.

Este frío desgarra mi garganta hasta el límite de arder, de doler... Me duele sentirte lejos de la frescura de mi piel y fuera de lo que mis ojos pueden ver. El límite sólo está en nosotros mismos. Sólo nosotros decidimos en seguir firmes del destino, con nuestras manos entrelazadas. Y tus besos, tus caricias, parecen que están tatuadas en mi epidermis, bajo cada poro de mi piel, y más allá de las gotas del sudor. Estás en mí cómo lo está mi sangre, mis células, mi corazón. Bombeas en todo mi cuerpo haciéndome sentir plena, llena y feliz.
Odio pasar horas y días sin ver la cobertura de tus labios, tu sonrisa, tus ojos, y respirar tu aroma. Quiero que me envuelvas en tus brazos amplios, dormirme en tu pecho.. Y no me sueltes, no me sueltes nunca.
¡No sabes cuánto te echo de menos!

Jis.

Y da igual todo lo demás, porque cuando recuerdas la primera vez que le viste, supiste que podría haber 50 tanques impidiéndote el paso, que tú vas a luchar por él, que te enfrentarías a un ejército entero por verle a tu lado en el último segundo de tu vida.

Siempre soñé con fotografiar Nueva York.

Con detener sus calles en la lente y dejar fluir sus luches por el objetivo de mi cámara. Soñé eso y mucho más. ¿Y sabes? Ahora no soy capaz de coger la cámara e imaginarme en Nueva York. De hecho, ya ni siquiera puedo imaginarme en París, Tokyo o en un parque cualquiera, perdido, sin gente. No soy capaz y tampoco quiero serlo. Ahora mi mundo gira en torno a tus ojos, a tu sonrisa, a tu nariz, a tus labios, a tu risa. Mi mundo, mi cámara, mi vida, mis fotos; son tuyas. Son tan (o más) tuyas que mías. Son nuestras. Son algo que me muero por compartir contigo. Porque tú me faltas en mis fotos. Y es que, bien mirado, Nueva York no es tan bonito si tú no estás a mi lado.
Quiero recorrer el mundo agarrada de tu mano.
Apretarte fuerte, sonreír, y que sepas que estoy ahí, para ti; que soy tuya.
Me he dado cuenta de que cualquier amanecer, atardecer, anochecer.. Cualquier playa, arena, agua, roca.. Cualquiera de esas cosas ha perdido sentido. Ha perdido belleza. ¿Y sabes por qué es?
Porque cualquier foto es más bonita si la ilumina tu sonrisa.
Te quiero tanto..

Estaba vacía.

Vacía, pero llena de recuerdos, llena de lágrimas. Estaba vacía de miradas, vacía de sonrisas, de besos, tan vacía que parecía alguien sin sentimientos. Lo tenía todo guardado en mi interior, tan escondido que me engañaba a mí misma pensando que no estaba mal, que era feliz. Era tan hipócrita que no me lo llegué a creer, hasta que llegaban esos momentos que no aguantaba más, que todo eso salía en cada lágrima, en cada sollozo, en cada cerrar de ojos. Salían esos recuerdos, el último beso que si, el último abrazo, miradas, piel, manos entrelazadas.. Recuerdos salían, a matarme por dentro, a destruir cada pedazo de corazón que ya estaba roto, cada pedazo en uno más pequeño, hasta hacerse millones y millones de pedazos tirados por el suelo. Pobre de mi almohada, la de veces que ha aguantado esas lágrimas vacías de esperanzas, la de veces que ha aguantado golpes, la de veces que ha aguantado noches oscuras, negras.
Hasta que amaneció, se hizo de día. Hasta que llegaste tú dispuesto a cambiar mi mundo, dispuesto a llevarte todo por delante, a romper mis esquemas. Llegaste con esa sonrisa dispuesto a recoger cada una de las cenizas en las que se había convertido mi corazón. Llegaste con tantas ganas de dejarte la piel haciéndome sonreír, que el universo se quedó pequeño. Apareciste de la nada, para convertirte en todo. Todo. Me hiciste ser la tonta más enamorada del mundo. No sé si fueron todos esos huracanes que me hiciste sentir en el corazón o tu maldita manera de sonreír, pero de algo estoy muy segura,y es que nadie me había hecho sentir tan viva, tan llena de sonrisas sinceras y tan llena de esperanza. Y me da igual el mañana, sabiendo que puedo vivir un hoy contigo todos los días. <3

He sentido los latidos de tu corazón en la palma de mi mano.

¿Y sabes? casi sin querer, he podido acompasarlos con los míos. Te he mirado, y mientras lo hacía, he apretado tu mano con fuerza queriéndote pedir, sin palabras, que no de fueses de mi lado. He saboreado el dulce aliento de tu alma, y he abrazado con ganas el calor de tus susurros. He soñado con este momento día y noche y ahora que estás aquí sólo soy capaz de acariciarte las palabras y naufragar en tu mirada. Porque quiero que te dejes llevar en el mar de mis sonrisas. Y es que una caricia nunca fue tan bonita. Jamás fue tan real.

~

Sobrepasando los límites de lo prohibido. Doy zancadas sin algún sentido en una dirección incorrecta. Pero continúo. Nadie parece percatarse de la torpeza de mis actos. Intentando no pensar en algo, que inevitablemente vaga por mi subconsciente. Tomo aire, pues lo necesitaré más adelante. Mis pulsaciones aumentan, mi mente parece percatarse de algo invisible a mis ojos. Miro hacia un lado, hacia otro. Nadie. Nadie parece mirarme, nada parece inmutarse. Mis movimientos están controlados sistemáticamente. No puedo escapar de mi misma. Aunque lo intente reiteradas veces.